martes, 8 de marzo de 2011

Blanco y Negro

Sí, estoy disfrutando la soledad, mi fiel compañera, mi arma sereta... qué un día no se vuelva mi enemiga. Entonces San Luis me vio partir y se río de mí, se río porque pertenecía y no quice. Porque nunca quiero y es así como llegué a tener lo que he perdido. Es ya a mi memoria tan lejano tener padres. La bicicleta blanca que me esperaba después del más largo día de escuela, recuerdos y mentiras de felicidad. No se puede ser honesto en estos tiempos, no lo permiten, pero lo reclaman, si lo tienen lo rechazan, de dónde soy yo tan diferente? tan amargo? Lleno de impuresas y de atavíos, de atajos y paradojas, sigo siendo uno con ellos y el mundo me pertenece en la forma del aliento y la voluntad. Estoy lleno de desierto, estoy deshecho para siempre y no sabré nunca lo que era antes de que San Luis me lloviera encima, antes de que la sal embalsamara mis heridas. Por eso me invento cada día, me pruebo trajes y máscaras y a colmo de cinismo me he vuelto actor, pero al menos me he vuelto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario